La Uva Embolsada del Vinalopó, uno de los productos agrícolas más emblemáticos de la provincia de Alicante y símbolo indiscutible de la Navidad española, atraviesa en 2025 una de las campañas más difíciles de las últimas décadas. A la fuerte caída de precios en origen y al aumento de los costes de producción se suma ahora la decisión de algunas grandes cadenas de supermercados, como Día y Mercadona, de no comercializar esta uva en sus lineales al tratarse de una variedad con pepitas.

Así lo ha denunciado ASAJA Alicante, que lamenta que la gran distribución esté dando la espalda a un producto con Denominación de Origen Protegida (DOP), cultivado bajo estrictos estándares de calidad y sostenibilidad. La organización agraria subraya que la uva Aledo, conocida popularmente como la uva de la suerte, se recolecta precisamente en estas fechas navideñas y forma parte de una tradición profundamente arraigada en la cultura española.
Una campaña marcada por las pérdidas
La producción de uva de mesa en la provincia ha alcanzado este año unas 45.000 toneladas, pero el balance económico es claramente negativo. Los precios en origen han sufrido una caída cercana al 40% respecto a 2024, situándose en una horquilla de entre 1,00 y 1,80 euros por kilo, cifras que en muchos casos no cubren los costes de producción.
Este desplome se produce en un contexto de descenso del consumo de fruta fresca, una tendencia que también han señalado informes recientes del Ministerio de Agricultura y diversas organizaciones de consumidores, y de un incremento generalizado de los costes energéticos, laborales y fitosanitarios.
Plagas, calor extremo y más costes
La campaña ha estado además fuertemente condicionada por la presión fitosanitaria. Los productores del Medio Vinalopó han sufrido incidencias relevantes de mosquito verde, melazo y oídio, así como una expansión especialmente preocupante de la filoxera, una plaga histórica que ha reaparecido con fuerza y que ha provocado mermas del 35 al 40% en algunas explotaciones.

A ello se ha sumado el impacto del calor extremo, que ha afectado especialmente a variedades tempranas como Victoria o Doña María, reduciendo calibre y calidad comercial. Todo ello ha obligado a realizar más tratamientos y labores, incrementando aún más los costes de manejo.
Críticas a la gran distribución
ASAJA Alicante denuncia que el sector se encuentra “atrapado” entre una normativa cada vez más exigente, una fiscalidad creciente y una competencia desleal de producciones importadas que no cumplen los mismos estándares sociales, laborales y medioambientales que se exigen a los agricultores europeos.
En este contexto, la decisión de algunas cadenas de priorizar uvas sin pepitas, muchas de ellas procedentes de terceros países, supone —según el sector— un nuevo golpe para un producto tradicional, diferenciado y de alta calidad. Desde la DOP Uva Embolsada del Vinalopó recuerdan que el embolsado en la propia cepa es una técnica única que protege el fruto de plagas y residuos, reduce tratamientos y garantiza una maduración natural.
Un futuro incierto
El sector teme que, de mantenerse esta situación, muchos agricultores se vean abocados al abandono del cultivo, con el consiguiente impacto económico, social y paisajístico en comarcas como el Medio Vinalopó. Las organizaciones agrarias reclaman precios justos, apoyo institucional y una mayor implicación de la distribución para preservar una producción que genera empleo, fija población en el territorio y forma parte del patrimonio agrícola de la provincia.
Mientras tanto, la uva de la suerte sigue llegando a los mercados tradicionales y pequeños comercios, donde los consumidores más fieles continúan apostando por un producto con historia, sabor y raíces alicantinas.