Del monasterio a Mercadona, pasando por Machado
“Está cambiando todo. Da miedo relacionarse. Todo esto es de mentalidades débiles y narcisistas. Pensar que un beso pico eufórico es una agresión sexual es de aprovechadas”

Por fin he conseguido un respiro, aunque no sabría decir aun si, más que respiro es un ahogo, viendo lo que estoy viendo – dos gerundios juntos para ofender al oído y a la vista-. El Padre Fantomas, dado que pago puntualmente y sin rechistar mi estancia, me ha dado permiso para salir del monasterio de los Esclavos de San Agustín de Hipona, y llevar a cabo unas cuantas gestiones administrativas para que ni Hacienda, ni la Seguridad Social , ni Muface, ni mis médicos de cabecera – no olviden mi condición de abuelo ruinoso y decrépito- ni la comunidad de vecinos, me pongan en busca y captura por falta de pago, por incomparecencia o por muerte presunta por no dar señales de vida. Fray Fantomas me ha asegurado que aquí tengo mi casa cuando quiera.
No obstante, como la Parca me acecha – hija de puta, que nos acecha a todos- y me tiene puesta fecha de caducidad, pregúntenle a mi hematólogo, me he dado unos días de placer porque lo que va delante, va delante. Ha sido un placer solitario, aunque no sexual que no está la cosa para hacer exhibiciones por dos razones: la edad no perdona y el ridículo es mucho más probable que el éxito y, además, a la mínima te denuncian por provocación y dado que los tipos penales tienen la manía de ser difusos y vagos – no de vagancia sino de indefinición- me veo al amor de mi vida, que me ha dejado, pero sé que me quiere, visitándome en Ocaña, en Soto del Real, en Fontcalent o en Villena.
“Está cambiando todo. Da miedo relacionarse. Todo esto es de mentalidades débiles y narcisistas. Pensar que un beso pico eufórico es una agresión sexual es de aprovechadas”
Me he dado unos días de placer solitario con la moto y la historia, donde el único riesgo que corres es que un descerebrado te lleve por delante – un Hyundai con un niñato a bordo me dio ayer por detrás, en el peor de los sentidos, rozándome sin llegar a tirarme solo gracias a mis reflejos de vejestorio y mi capacidad de aceleración. La ruta ha sido – pongo fotos- Gredos, Burgos, Irún, Monsegur, Albi, Carcasonne, Argeles sur Mer, Colliure, Alicante. La última etapa 900 kilómetros de tirón. ¡Toma vejestorio! Varios aguaceros y ni un catarro. Voy a llegar al crematorio dando envidia a todos los muertos de la funeraria.
No digo nada de España que es de sobra conocida para todos. Monsegur: Sureste francés, una roca espléndida y unas ruinas sobre ella. En el siglo XIII quemaron, en las faldas del castillo, en nombre de la religión verdadera a 244 personas que eran herejes cátaros, una yihad como la de los Bin Laden ahora. En nombre de Jesús de Nazaret, paradigma de bondad, de mansedumbre y de capacidad de diálogo y perdón. Sigo hacia Albí, sede arzobispal y cuna también de la herejía de los perfectos – se llamaban así ellos mismos porque perseguían el perfecto seguimiento del evangelio- también allí ardieron unos cuantos y vemos cómo se predicaba en la época. No había internet – de eso que se libraron- no había redes ni televisiones. En el altar mayor de la catedral se pintan dos procesiones: la de los bienaventurados que felices van en pos del creador y la de los condenados que van directos al infierno. Acojono total, conversión sí o sí. No hay opción salvo seguir a la jerarquía.
Carcasonne. La cité es una maravilla medieval. Reconstruida, rehecha, pero una maravilla. Zona cátara donde habitaron en los siglos XII y XIII los antecesores de los que después fueron llamados protestantes porque se rebelaron contra una iglesia nepotista, farisea, simoníaca y farsante. Predicaban una cosa y hacían la contraria. Un montaje en el que los papas eran golfos y sinvergüenzas sin ninguna medida.
Dejo a los cátaros y, sin dejar la moto, voy a pocos kilómetros, hasta Argeles Sur Mer. Allí estuvieron hacinados, hambrientos, sedientos y maltratados por los franceses miles y miles de republicanos que huían de Franco vitorioso y vengativo. Nada hace sospechar el sufrimiento que hubo en esas playas. La gente toma el sol, come, llena las terrazas y nadie excava en la arena para buscar los restos de tanta tortura y tanto padecimiento.
La moto se comporta perfectamente pero mi bolsillo no da más de sí. Arruinado y sin un euro me vuelvo a España a vivir de la caridad del amor de mi vida que promete invitarme a comer tres o cuatro veces hasta recuperarme. Puede más la historia. Queda muy cerca Colliure como para no visitar la tumba de Antonio Machado – el tercer gran poeta víctima del fascismo junto con Lorca y Miguel Hernández. Don Antonio consiguió huir y allí está enterrado…”me encontraran a bordo ligero de equipaje, casi desnudo, como los hijos de la mar”. Ahí acabamos todos. ¿Quién se preocupa de insidias, de maledicencias, de envidias, de dinero, de intrigas, de odios…? Ahí terminamos todos y las mortajas no tienen bolsillos ni falta que les hacen.
Vuelvo al país de un tirón y cuatro días después solo hay más de lo mismo. Voy a Mercadona porque mi nevera tiene telarañas. Paso antes por mi amigo moro y compro elementos indispensables para hacer un buen gazpacho – ese es el límite de todo mi arte culinario-, la botella de aceite vale nueve euros, la gasolina trescientas pesetas el litro, le melón dos euros el kilo… los pobres no podemos comer y los ancianos pobres no podemos, con la pensión, costearnos una residencia. Tenemos la alternativa de quemarnos a lo bonzo o colgarnos de una viga para no arrastrar nuestra indigencia ni dormir en los soportales de las tiendas chic de Maissonave. Feijóo le propone a Sánchez gobernar dos años y convocar elecciones luego. Sánchez – político listo, ambicioso y maquiavélico donde los haya y el calificativo maquiavélico no es sinónimo de malvado sino de estratega y capaz de toda manipulación por obtener y conservar el poder – lean El príncipe-, dice que se pegue una vuelta, le hace una peineta y le enseña que por ahí se va a Madrid. Él ya anda negociando una amnistía y lo que haga falta para que bildus, peneuveros, puigdemones, esquerras y el team del sobaco morado voten su investidura. Cederá en lo que haga falta porque nuestras tragaderas son casi infinitas. El team del sobaco morado es una de las mejores metáforas que he leído en los últimos tiempos. Yo voté a ese team tres veces, como Pedro negó a Jesús, y entono el mea culpa por ello después de leer otras tantas veces “La rebelión en la granja” que han seguido al pie de la letra.
Esta ruina no importa, todas las televisiones se centran en el pico de Rubiales e incluso veo pintadas en las que se puede leer “Rubiales a prisión”. Este tipo me parece un impresentable desde cualquier punto de vista. No soy futbolero porque el fútbol hace mucho que dejó de ser un deporte. ¿Puede competir un club con mil millones de presupuesto con uno que tiene cincuenta? La actitud de este hombre quedó clara cuando llevó no sé qué trofeo español a que se jugará en Arabia Saudí, dictadura heredera de los wahabitas y sauditas más estrictos y fanáticos. Pero los petrodólares …..¡ayyyyy los petrodólares!
Estoy en un grupo de amantes de la literatura. Hay muchas más mujeres que hombres. No puedo copiar todos los comentarios que las mujeres hacen de este episodio desgraciado – insisto en que Rubiales es un impresentable y mi respeto a las mujeres innegociable. Nunca, un superior jerárquico puede solicitar ningún tipo de contacto con una subordinada porque nunca sabrás si accede porque le gustas y quiere o porque, como eres su jefe, le da corte decir que no-. Escojo un comentario de Eugenia Sánchez, poeta exquisita, que me permite dar su nombre: “Está cambiando todo. Da miedo relacionarse. Todo esto es de mentalidades débiles y narcisistas. Pensar que un beso pico eufórico es una agresión sexual es de aprovechadas. Hay mucho machismo en las mujeres y necesidad de domar al macho”. Hay muchos más comentarios en el grupo que no puedo transcribir. Pero mandar un tío a prisión por un pico implica ahorcarlo si hay una violación, si tenemos en cuenta la proporcionalidad que exige todo código penal sensato. Varias mujeres más de este grupo literario – todas inteligentes, universitarias, con formación… con maridos e hijos…- se hacen cruces y no entienden el gran batiburrillo artificial formado agrandando lo que – siendo impresentable- no es tan grande. Salen, en el chat de este grupo y en más sitios, distintos videos y opiniones que, cuando menos, ponen en tela de juicio, el consentimiento, la violencia o intimidación de que habla el artículo 178. Estoy en ascuas, esperando la acción jurisdiccional que, valorando las cosas en su justa medida, haga buena la frase famosa de Tomás de Aquino: La Justicia es el hábito según el cual uno, con constante y perpetua voluntad, da a cada uno su derecho.