Halloween o el Cristo de los Faroles en el Mississippi
La Foguera Sèneca Autobusos sigue apostando por un 31 de octubre literario. Una noche de Todos Los Santos cien por cien española.

Así reza un meme verbal (hay muchas variantes pero esta es la que más me gusta) que corre por las redes desde hace bastante tiempo, y que dice más o menos: “celebraré Halloween cuando bajen al Cristo de los Faroles por el Mississippi”.
Tiene su gracia y su razón: nos encanta importar tradiciones extranjeras… y eso es algo bueno, es bonito porque enriquece, porque abre fronteras, nos hermana con los demás e integra en un mundo global.
Pero es bonito siempre y cuando al hacerlo no olvidemos nuestras propias raíces y tradiciones que, lo lamento: yo aquí quizás peco de extremista, deben ir siempre por delante de lo que nos llegue desde fuera de nuestras fronteras.
Se trata de complementar, se trata de enriquecer, no de sustituir.
La Foguera Sèneca Autobusos sigue apostando por un 31 de octubre literario. Una noche de Todos Los Santos cien por cien española.
Y en este sentido no puedo más que aplaudir la iniciativa que desde hace doce años pone en marcha en Alicante la comisión foguerera de Sèneca-Autobusos: celebrar la noche de Todos los Santos con un evento cultural precisamente propio de una noche como esa. Porque en España, aunque se nos esté olvidando, cada 31 de octubre Don Juan Tenorio vuelve a la vida desde el otro mundo para purgar su libertina vida y recordar a su adorada Doña Inés.
La inmortal obra teatral (drama religioso fantástico para ser más exactos) de José Zorrilla (la obra se estrenó en 1844) con Sevilla como escenario y los románticos tiempos del siglo XVI como marco histórico, bebe de las fuentes del mito de Don Juan (ahí tenemos también el “Don Giovanni” de Mozart) y de “El Burlador de Sevilla y convidado de piedra” (Tirso de Molina).
Tiene todos los ingredientes trágicos, mágicos y perturbadores que nos puede ofrecer la celebración americana de Halloween, pero con sello español: romanticismo, lugares sombríos, palacios, cementerios, amor imposible, asesinatos pasionales, misterio, final trágico, el cielo y el infierno, apariciones fantasmales… ¿qué más se puede pedir?
¿Les apetece un Halloween patrio?
El próximo martes 31 de octubre, a las 20 horas, el claustro de la Concatedral de San Nicolás de Alicante se convertirá en el escenario de la 12 edición de la lectura dramatizada de Don Juan Tenorio, organizada por la Foguera Sèneca-Autobusos.
En esta ocasión, 25 personas en representación de la sociedad alicantina: Hogueras, Medios de comunicación, Universidad y Ayuntamiento, leerán los versos del Tenorio asistidos musicalmente por el coro Sènecadirigido por Marina Rubio.
Tomen nota porque la entrada al evento es libre. El acceso al claustro se debe hacer por la calle Labradores y se aconseja ir con bastante antelación puesto que el aforo es limitado; cada año son más y más los alicantinos de todas las edades que se acercan a disfrutar de una víspera de Todos los Santos castizamente española.
Esta persona que les escribe tendrá un año más el honor de participar como lector (ya he perdido la cuenta de los años que participo en “El Tenorio de Sèneca”) y además voy a ser muy afortunado puesto que este año me toca hacer de Don Juan junto a una Doña Inés muy especial: nada más y nada menos que Belén Mora Rosado, la Bellesa del Focd’Alacant 2023.
Ya lo dije más arriba, se trata de complementar, se trata de enriquecer, no de sustituir.
No me molesta que se celebre Halloween, pero reconozco que siempre me ha espantado esta fiesta importada desde los Estados Unidos donde su folklore no es antiguo ni tiene la solera del nuestro, y en muchas ocasiones es inverosímil, de plástico y postizo.
Lo siento, no me gusta, no le veo sentido aunque entiendo que a los más pequeños les fascine.
Ya les digo: el día en el que veamos al Cristo de los Faroles bajando en procesión por el Mississippi, yo haré en Alicante lo del “truco o trato”.