Sor Irene: “Estamos convencidas de que abriendo el corazón al Señor en esta Santa Faz nos llegará la paz”
“Entendemos perfectamente lo que la Santa Faz significa para Alicante, para la piedad popular, es un referente para todos”


¿Quiénes son las Monjas de la Sangre ?
Sor Irene: Somos una comunidad que hemos estado viviendo en Alicante durante cuatro siglos desde 1606 que fue la Fundación, muy cerquita del Ayuntamiento está en la parte trasera donde todavía están este monasterio y donde todavía se pueden gozar de las procesiones de Semana Santa que salen desde allí y concretamente, aunque este año no pudo ser la Procesión de la Marinera del Cristo del Divino Amor por la lluvia, pero sí que los Agustinos lo pudieron sacar, su imagen preciosa desde allí.
Cuatro siglos de historia en el corazón de la ciudad muy arraigadas en la iglesia de Alicante en nuestra ciudad en toda su historia y su vida se nos pidió que viniéramos aquí para sustituir a las Hermanas Clarisas que durante cinco siglos también han estado con devoción y dando culto a la Reliquia que todos veneramos con tanta devoción y tanto amor en Alicante, la Santa Faz.
Nosotras somos Agustinas, una orden muy antigua que se remonta a los orígenes de la Iglesia fundada por la misma iglesia que surge de un querer seguir a Jesucristo y quieren seguir los consejos evangélicos de mujeres
cristianas que quieren que quieren vivir para la Iglesia para Dios, para los hombres.
Sabemos que las monjas de la Santa Faz está formada por religiosas de diferentes
nacionalidades…
Sor Irene: Tenemos dos nacionalidades, española y filipinas. Tenemos cuatro hermanas filipinas dentro de nuestra comunidad porque nosotras tenemos también presencia en Filipinas, es decir, tenemos
monasterios allí.
¿Cómo es su día a día en el Monasterio?
Sor Irene: Estos días bastante alterado porque para nosotras todo ahora es novedad, desde los preparativos; preparando el templo. Ahora estamos ilusionadas pero un poco desbordadas porque todo es novedad. El día a día de un monasterio es oración y trabajo y todo esto vivido en la fraternidad, vivido en la comunión como nos gusta decir a nosotras la común unión de todos nuestros trabajos. Ahora mismo estamos dedicándonos con más intensidad a la elaboración de pastas, de dulces para ofrecer a los peregrinos estos días. También tenemos la huerta, labores de la casa, la atención a dos hermanas mayores que tenemos, el trabajar y el hacer de ese trabajo parte de nuestra entrega, de nuestro servicio y de nuestra relación.

¿Alguna vez se han imaginado fuera del templo?
Sor Irene: La verdad es que esta pregunta nos la hicimos todas cuando recibimos la vocación. Sientes la llamada antes de entrar con una vida de oración, con acercamiento a Dios por irte despojando de muchas cosas, hasta que ya haces el despojo definitivo hasta dejarlo todo por él.
En 2019 se produjo el relevo y oficialmente se convirtieron en quienes custodian la Santa Faz, ¿Cómo fue ese periodo de adaptación?
Sor Irene: Todavía estamos en ello, creo que eso ya cuesta un poco más, también en eso está la festividad que nos da el Evangelio o sea, no solamente a los sacerdotes o a los misioneros se les dice: “Coger lo justo e ir por ahí a anunciar el evangelio”.
Creo que esa disponibilidad de estar siempre en esa actitud de servicio y de prontitud a dar el paso tiene que estar en todo cristiano y en verdad, que la vida monástica se necesita una estabilidad de vida porque nosotras cuándo entramos en el monasterio entramos para siempre, no con la idea de andar ahora estaré aquí después miro otro monasterio.
Ahora mismo estamos en época de traslado, esta casa tiene muchas necesidades también que cubrir ya que estamos con una casa con bastante deterioro y ahí vamos, poco a poco.
¿Cuántas hermanas en estos momentos están custodiando lo que está Santa Faz?
Sor Irene: Somos once de comunidad.
Las monjas de la Santa Faz han venido también para preservar las tradiciones de Alicante…
Sor Irene: Yo soy alicantina de nacimiento y entendemos perfectamente lo que la Santa Faz significa para Alicante, para la piedad popular. Es un referente para todos, es un momento también de encuentro con Dios. Somos el rostro vivo, pero ahí hay un rostro vivo verdaderamente vivo que está esperando encontrarse
con todas las personas y que atrae; hay que ver la fuerza de atracción que tiene la Santa Faz en Alicante y preservar esto creo que fue lo que nos volvió a unir.
Se acerca un día muy importante, la Romería de la Santa Faz, una fecha muy emotiva para los alicantinos pero también para aquellos que no lo son pero que se han convertido en uno más de la ciudad…
Sor Irene: La verdad es que sí, creo que esto se percibe y cada vez es mayor el número de gente de fuera de Alicante que viene a visitar la Santa Faz y que se van impresionados. Aquí se respira una paz y algo especial.
¿Qué deseos tienen para este año para esta Romería este 2022?
Sor Irene: Creo que todos llevamos en el corazón un gran deseo de paz, creo que esto va a ser lo que todos llevemos muy presente. Estamos convencidas de que abriendo el corazón al Señor, que es el dador de la Paz, está paz llegará a cada corazón y a la humanidad.