Ximo Puig y Ángel Franco, dos gallos de pelea en el mismo corral
Carlos Mazón puede ser ‘president’ en solitario si negocia bien con Vox. Toni Pérez y Eduardo Dolón son garantía de una magnífica presidencia para la Diputación de Alicante

Ximo Puig, presidente de la Generalitat Valenciana en funciones, ha cometido en los últimos diez meses tres errores políticos tremendos que le han costado el sillón del Palau de la Generalitat y provocar un cataclismo en sus socios del Botanic. Asumir, como iniciativa propia, imponer una tasa turística, arrastrado por el dogmatismo y la cerrazón de Compromis y Unidas Podemos, abstenerse en la Comisión Nacional del Agua, permitiendo al Gobierno de Pedro Sánchez y la siempre autoritaria Teresa Ribera un recorte del suministro del trasvase para dejar secos los campos de las provincias de Murcia, Alicante y Almería, y plegarse a los deseos vengativos contra Alicante del presidente Sánchez en la pírrica distribución de los Presupuestos del Estado, colocando a una de las mayor provincias en aportación hace a esos citados presupuestos a la cola de toda España le han pasado factura al político periodista que abandonó Morella para liderar una de las comunidades más importantes a la hora de aportar votos, traducidos en diputados y senadores.
No ha sido sólo Alicante donde Ximo Puig se ha llevado uno de los mayores fracasos políticos que, de rebote, han dejado tambaleante a un PSOE convertido por obra y gracia de un presidente ególatra y personalista en una especie de comuna sanchista donde nadie se atreve a elevar la voz por muy duras que sean las medidas a tragar. Ximo Puig votó en las primarias socialistas contra Sánchez y a favor de Susana Díaz. Con los resultados en la mano, dio un giro de 180 grados para hacerse perdonar. Sánchez nunca le perdonó. Y a la vista está.
Carlos Mazón puede ser ‘president’ en solitario si negocia bien con Vox. Toni Pérez y Eduardo Dolón son garantía de una magnífica presidencia para la Diputación de Alicante
Por si fuera poco todo anterior, el todavía president en funciones aterriza en Alicante y se mete en un corral como gallo de pelea sin medir ni sus fuerzas ni las de otro gallo, uno que reina desde sus manejos en la UGT, que aprendió en el Senado los mil y un trucos para tener contento no sólo a su gente, sino a la que, en teoría, apoya otros liderazgos. Ángel Franco, sin ningún cargo orgánico dentro del PSOE alicantino, es quien manda. El que hace y deshace, el que reparte cargos y favores, el que coloca a los afines, el que cesa a quienes no le siguen el juego. En una palabra, el que manda en los socialistas de una ciudad que siempre se ha distinguido por sus aportaciones políticas al partido del puño y la rosa.
Ximo Puig se metió en un corral como gallo de pelea y se encontró un gallo más arrogante y maquiavélico que él. Trajo de la mano una candidata a la alcaldía, la exalcaldesa de Sax y ex consellera de Sanidad, Ana Barceló, con el único objetivo de impedir que Franco pusiera a su candidato, en este caso, candidata. Y ahí se equivocó porque en Alicante no se puede ir contra Ángel Franco.
Con esos antecedentes, con esas guerras ocultas entre Puig y Franco, estaba escrito que la candidatura del PP con Luis Barcala como alcaldable tenía un largo puente libre para circular sin obstáculos. Porque se repetía la historia de hace cuatro años cuando los estrategas socialistas decidieron que fuera Sanguino quien le disputara la alcaldía a Barcala. Tropezar dos veces con la misma piedra. Y de aquellos lodos…
Ahora, Alicante, su ayuntamiento, con 14 concejales, la mayor parte de ellos nuevos y casi desconocidos, tiene las manos libres para gobernar en solitario. Le falta un edil para la mayoría absoluta, pero no veo a Vox ejerciendo de oposición al PP y votando en contra. El PSOE, con su mochila cargada de errores, no podrá ni apoyarse en Compromis. Además, de qué le serviría.
En una situación casi idéntica está Carlos Mazón. Cuando en campaña, compañeros periodistas aseguraban Barcala ganaría en Alicante la Alcaldía y que Ximo Puig también ganaría en Alicante la Generalitat, alguien, más sensato, entre los que me encuentro, pronosticamos un triunfo seguro del entonces y todavía presidente de la Diputación, Carlos Mazón. Y así ha sido. Ahora, Mazón está en condiciones de asumir la presidencia de la Generalitat con grandes desgastes políticos. Sólo necesita saber negociar con VOX. Y abrir la baraja de ofertas. Saber negociar, en una palabra.
Desde ese momento tendrá libre la Diputación Provincial de Alicante y la gran posibilidad de barajar los nombres de dos grandes políticos alicantinos y buenos colaboradores suyos. Los alcaldes de Benidorm y de Torrevieja. Toni Pérez y Eduardo Dolón están en la carrera para presidir el Palacio Provincial. Los dos tienen capacidad suficiente e historial político para culminar la obra llevada a cabo estos últimos años por el propio Mazón. Ahora sólo cabe esperar.